////// Año XVIº /// Editor Anónimo: Daniel Ares /// "Prefiero ser martillo que yunque", Julio Popper ///

jueves, 31 de marzo de 2011

LOS 7 PECADOS EN 7 FOTOS Y UN SOLO CLICK...

El Martiyo Producciones Presenta...

* LOS 7 PECADOS EN 7 FOTOS *

Aquí en un sólo click toda la serie de esta sección gráfica y finita inspirada en ese poético invento católico de los 7 pecados capitales, que tantas ficciones, dramas y comedias, conflictos y prejuicios han inspirado a su vez, sin que se les conozca ningúna otra razón más o menos positiva...
Aquí entonces, para ver, reflexionar, cortar o pegotear, los 7 pecados en 7 fotos y un solo -y valiente- click...
(Pecar sería huir)

"Más de 1000 Palabras" - Hoy: "Amores de estudiantes", con Muahamar Kadafi y Silvio Berlusconi,

El Martiyo Producciones Presenta...


*Más de 1000 Palabras*
(galería de imágenes)



 Título:

"Amores de estudiantes"

Silvio Berlusconi y Muahamar Kadafi.

* * *

DESTELLOS AJENOS. Hoy: Kafkita (brrr)...








Destellos Ajenos: 


“El tiempo que te ha sido acordado es tan poco que en cuanto pierdas un solo segundo habrás perdido ya tu vida toda, pues esta no es más larga, es sólo tan larga como el tiempo que pierdes. Por lo tanto, si has empezado un camino síguelo bajo cualquier circunstancia, únicamente puedes ganar; no corres riesgo alguno; quizá, al final, te vengas abajo, pero si después del primer paso te hubieses vuelto y hubieses bajado la escalera, inmediatamente y ya desde el principio te habrías venido abajo, y no quizá sino con toda seguridad. Por lo tanto, si nada encuentras en los corredores, abre las puertas; si detrás de esas puertas no encuentras nada, hay todavía otros pisos, si arriba tampoco encuentras nada esto no es nada grave: esfuérzate y sube escaleras arriba. Mientras no dejes de subir, no se terminan los escalones, crecen bajo tus pies que suben”.


Franz Kafka

EL MARTIYO RECUERDA A RAÚL ALFONSÍN: EL HOMBRE Y SUS DÍAS...


El 31 de marzo de 2008 moría Raúl Alfonsín y este blog se hacía en la comunidad de Clarín bajo el nombre El Martillo. Entonces lo recordamos con todo respeto y sin ninguna hipocresía, en un post que aquí reponemos porque también esto censuró Clarín -hoy adalid de la libre expresión-, y porque seguimos sin más nada que agregar al respecto.
Toda muerte es triste, pero ninguna mejora a nadie.


LA PATRIA DECLAMADA

El Martiyo estaba ahí...


Murió Alfonsín.
Todos habremos de pasar por eso un día, y él ya lo hizo.
“Lloras la muerte de tu padre, y olvidas que tu padre ha llorado la muerte del suyo”, dice el príncipe Hamlet, y les decimos nosotros, desde aquì, a sus hijos, y a toda su familia y sus amigos y seguidores.
El Martillo estaba allí aquél 10 diciembre de 1983, bajo el balcón del Cabildo a donde el flamante presidente de la flamante democracia -para distinguirse del balcón de Perón y de sus brazos en alto-, saldría a saludar con las manos unidas junto a una de sus mejillas, inaugurando así cien años de esplendor que no iban a durar ni seis… Yo estaba allí.
Había estado tambien durante la campaña en los actos de Ferro y de Tigre, y en el cierre en la Nueve de Julio… había seguido su campaña, y no por mi gusto: yo votaría al peronismo de Luder, pero era cronista y cumplía mis ordenes.
Entonces los radicales soñaban una vez más con no gobernar, con retozar chillando en una oposición feroz, que era lo que mejor les salía… hasta golpear los cuarteles si todo se complicba…
Pero Herminio Iglesias le prendió fuego en público a un ataud con la sigla UCR, y la victoria se les fue encima.
Y tuvieron que gobernar.
Para quien no los haya vivido, fueron años difíciles, convulsos, finalmente desastrozos...
Hay que decir en defensa de Alfonsín que el grueso de la gente que lo votó, 24 horas depués ya lo había abandonado. Una clase media ilustrada y extendida, temerosa del peronismo, de sus bombos y sus negros, le dio su votó, vio perder al Justicialismo, y a la mañana siguiente, chau. Se sentó a esperar. Pronto a exigir.
Y si a ello se suma que no esperaban ni querían ganar, que no tenían para asumir ni cuadros ni planes ni proyectos, bueno… se entiende que entonces la improvisación, la incoherencia, y al cabo el desorden total, ocuparan esos vacíos.
A poco de andar ya se decía una cosa, y se hacía otra, o en el mejor de los casos, se decía cualquier cosa, y no se hacía nada…
Se propagaba la libertad de prensa, pero el gobierno se había quedado con todos los canales, varias radios, y pronto financió diarios y revistas partidarios con fondos del Estado… Se juzgaba públicamente a los militares de la dictadura, pero en privado se acordaban las leyes de obediencia debida y punto final… Se agitaban las banderas de la soberanía política y de independencia económica, pero las estructuras del poder extranjero que habían puesto y sacado a los militares, seguían intactas; se cachondeaba con la izquierda, pero se copulaba con la derecha… En fin, pronto hubo dos patrias: una real, y la otra declamada. Alfonsín y su gobieno habitaban la última, y todos los demás la otra. Hasta que un día las dos patrias colisionaron. Era de esperar.
Pero bueno, no es hora de hacer revisionismo… quienes lo vivieron podrán evocarlo en rápidos flashes lamentables: el plan austral, aquella semana santa y su tristísimo “felices pascuas”; la mano de obra desocupada y los secuestros inexplicables y nunca resueltos, la “patota cultural” que dominaba los medios; las listas negras, que pronto rodaron por esos mismos medios (cuando se era alfonsinista o se era fascista, golpista y represor, sin estaciones intermedias); y La Tablada con todos sus muertos; y el pacto de Olivos para que Menem no se fuera nunca; y la hiperinflación y los saqueos del final, y el final antes del fin, al mejor estilo de los radicales de siempre, de Yrigoyen a De La rua, pasando por Alvaer, Illía y Alfonsín… Bah, quienes recuerdan esos días no precisan que aquì se los recuerden, y quienes no los recuerdan… habrán de repetirlos, seguramente…
Este cronista acompañó a Raúl Alfonsín -invitado por la presidencia pero representando un medio privado-, en su gira de 1985 por los países de la ex Yugoslavia, Alemania y Francia. En los diarios de la época, están esos hechos.
Pero por detrás de aquellos titulares, me demoro mejor en ese hombre que me tocó tratar, ese abogado de Chascomues, amable, calmo, cálido incluso, resignado al poder, más que signado para él… En cada escala, a punto de partir, el presidente Alfonsín recorría el avión saludando al pasaje uno por uno, y por supuesto a la prensa.
Cuando despegamos de Belgrado rumbo a Bônn, recuerdo, al saludarnos, alguno de los nuestros le devolvió la pregunta:
– Nosotros bien, doctor, ¿y usted?…
– Y… aquí me ven, m’hijo… a mi me dan cuerda y ando…
Y todos nos reímos como si fuera un chiste.
Ayer murió ese hombre.
Y todas las muertes son tristes.
El Martillo saluda a la familia del expresidente, a sus amigos, correligionarios y admiradores. Les dejamos aquì nuestro sentido pésame, el dolor no tiene banderas.
Pero nadie es mejor porque se muere, la muerte no te limpia de la vida, y nosotros quisimos recordarlo tal y como de verdad lo recordamos.
 

* * *

miércoles, 30 de marzo de 2011

EL PERIODISMO INDUSTRIAL: UNA PUTA INMACULADA.


UNA PUTA INMACULADA



Tan luego ahora, cuando el Grupo Clarín -que el último noviembre censuró y cerró todos nuestros blogs en su comunidad-, sale a escandalizar la calle en nombre de la libertad de expresión; creímos oportuno recordarnos el post que sirve de introducción a nuestras Memorias de un mercenario; al solo fin de refrescar y no olvidar cómo funciona la prensa grande, profesionial, esa industria privada cuyos propietarios sin embargo pretenden presentar como una causa pública.
Son pocas líneas, un solo clic,  y varias verdades irrebatibles.
(No porque las digamos nosotros, sino porque así funcionan las cosas).
Pase y lea…

martes, 29 de marzo de 2011

ANÉKDOTAS. HOY: "Lo que se hereda se regala", con Vicente Saadi...

Anékdotas

Hoy: "Lo que se hereda se regala"

Con Vicente Saadi


No muchos hombres deben contar con un estado propio dedicado a cultivar su anecdotario, tal y como sucede con el extinto Vicente Leonidas Saadi, en Catamarca. Propios y ajenos, seguidores y archienemigos, concuerdan siempre en destacar su picardía y repentísimo, y rezan a coro anécdotas ejemplares… de tales características.
Una de ellas cuenta que siendo todavía gobernador, don Vicente se topaba cada mañana, en las escalinatas de su casa de gobierno, con un mendigo discapacitado al que sus hijos sabían darle generosas limosnas. No así él,  que no pasaba jamás de una o dos moneditas. Hasta que un día el muy carenciado  se lo dijo.
-- Sus hijos siempre me dan mucho más...
-- Es que mis hijos tienen un padre rico, yo no.

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EL MARTIYO PLUS. ANTICIPOS: LA TRIPLE GUERRA DEL FINAL

LA TRIPLE GUERRA DEL FINAL
Parte Iª

La Guerra de los Vientres



El Martillo Plus inicia una serie de tres notas destinada a demostrar –en base a estadísticas de las Naciones Unidas (no a chistes de Borges ni de nadie)- que antes del año 2050, los pobres heredarán la tierra, los ancianos serán exterminados sistemáticamente, y ya no quedará en toda Europa un solo estado democrático.
Y no son profecías, son matemáticas.
La guerra de los vientres, La guerra de las golondrinas, y La guerra del cerdo fueron publicadas allá por el 2004 en la revista dominical que la empresa CIMECO producía para sus diarios del interior. Pero como sus proyecciones alcanzan el año 2050, los tres artículos mantienen su vigencia, encierran en aquél ayer el futuro que hoy va llegando; y por lo tanto, mantienen también su dramatismo.
Lateralmente, además, nutren y sostienen las visiones contenidas en nuestra sección Europa en guerra, revelándonos al cabo un paisaje social que no es sino suelo propicio para todo tipo conflictos,
Hoy, para comenzar, La guerra de los vientres, informe que rápidamente da por abolida la vieja y falsa pesadilla de la superpoblación de la Tierra, para reemplazarla por una  aún más densa: la despoblación de la Tierra.
Léalo aquí…




TIEMPOS MODERNOS: imágenes despiadadas como despiadados somos...

El Martiyo Producciones Presenta...


Tiempos Modernos XV

lunes, 28 de marzo de 2011

LOS CHISTES DE BORGES... con Ulises Petit de Murat...

Los chistes de Borges



Cuando le preguntan a María Kodama qué es lo que más extraña de Borges, ella no duda en responder: “su sentido del humor”. Uno de los hombres más divertidos de la historia del hombre, sin embargo, decidió pasearse por su siglo disfrazado de viejo aburrido, sin romances rimbombantes ni escándalos de vodeville, con su traje siempre gris, su bastón y su ceguera, su hablar lerdo y trabado, y su genio camuflado de sabio que no sabe. No es arbitrario pensar que esa sola caracterización, única y total, fuera su más secreta y grande broma.

 Iniciábamos aquí el otro día una serie de tres chistes de Borges que este cronista tuvo la fortuna de oír directamente de la boca de su amigo Ulises Petit de Murat. Va el segundo.
A los postres de una cena en la SADE que se perpetuaba peligrosamente, uno de los comensales comienza a narrar la triste y tétrica historia de su esposa recién muerta, que ahora se le aparecía en sueños.
-- Ricardo... Ricardo... -decía el viudo que le decía la muerta- he venido para despedirme...
Cuando desde atrás se oye la voz de Borges que apunta:
-- ¿Qué atenta, no?...

* * *

Aforismos: "No esperes que la suerte resuelva tus problemas...

Aforismos:


"No esperes que la suerte resuelva tus problemas.
Si tuvieras suerte, no tendrías problemas".

CLARIN SALE EN BLANCO. EL MARTIYO NO: "MEMORIAS DE UN ESCLAVO".




La alegría de ver Clarín por fin en blanco, se diluye apenas abrirlo y descubrir que adentro lo siguen escribiendo. Confuso gesto anacrónico o falso en reclamo contra la censura, de quienes censuraron El Martillo, y mucho más.
Aquí nuestro editor nos apunta algunas anécdotas de su paso por el Grupo.


MEMORIAS DE UN ESCLAVO




Por un instante hoy llegamos a creer que acaso nuestro Premio Manco de Lepanto para Escritores Sin Manos estuviera logrando su cometido cuando nos desayunamos con la tapa en blanco de Clarín y la confusa emoción de pensar que tal vez los muchachos en un baño de autocrítica decidieron de una vez por todas dejarse de escribir, y salir en blanco.
Pero no, fue sólo un espejismo, infelizmente adentro le volvieron a escribir todas sus páginas, la tapa en blanco era apenas otra promesa falsa de este falso diario…
Buscando la razón de tan fugaz ilusión, fuimos direcamente al editorial de Ricardo Kirchsbaum, -secretario general del diario, muñeco máximo del máximo Magnetto-, quien nos explica allí que la tapa en blanco es un “símbolo del silencio forzado, de la censura impuesta por otros caminos, de en que (sic) se puede convertir el periodismo si se siguen restringiendo los espacios de la libertad”.
…Si no fuera por el ventrílocuo que lo anima, pensaríamos que Kirchsbaum no sólo olvida los acentos, sino también los hechos, la realidad, y sobre todo, dónde trabaja.
Porque nosotros, por ejemplo, aún antes ya del actual gobierno, recordamos haber sufrido la censura a nuestra libertad de expresión, cuando trabajamos para diversos productos del Grupo Clarín, y ahora, últimamente, cuando el Grupo Clarín cerró, clausuró, censuró nuestro blog El Martillo, expulsándonos de su comunidad –hecho que repudiamos y agradecimos-, y no por usar lenguaje vulgar ni recurrir a sexo explícito -lo repetimos-, sino apenas por ejercer la libertad de expresión por la cual ellos ahora se rasgan las vestiduras.
Y paso entonces a la primera persona del singular para dejar testimonio personal con nombres, datos y fechas de lo que es Clarín, y de cómo actúa con sus trabajadores.
Muy al principio de mi carrera hice algunas colaboraciones fugaces con Clarín para su páginas de economía, merced a los favores entonces del buen Rubén Chorny, a quien siempre que puedo le agradezco. Pero mi relación con la empresa recién se volvió más frecuente a mediados del 93, cuando empecé a escribir para la vieja revista dominical, a punto de convertirse en Viva. Es entendible que los muchachos de Clarín escriban tan mal, porque es muy difícil escribir en Clarín, esquivando o cuidando cada uno de los infinitos intereses comerciales y políticos que pueden verse afectados en cada línea. Digamos que allí la censura,  delimita el estilo. (Ni hablar de proponer una nota a Estela de Carlotto, o una buena investigación sobre la adopción de los hijos de la Noble, o el traspaso de Papel Prensa).
Seguí colaborando con la revista de los domingos cuando la piloteaba ya el buen Juan Bedoian, y después, cuando se convirtió en  Viva, y la llevaban Van der Horst y Silvia Fesquet; y también le vendí mis servicios a otros productos y proyectos del Grupo, y luego explicó por qué me fui un día...
En la columna El Editor (a la izquierda, abajo) menciono además un paso mío por Radio Mitre a mediados del año 2000. Buenamente convocado por Jorge Porta para hacer la tarde (que por razones de salud había dejado Adolfo Castello), junto a Lorena Maciel. A la semana –digo allí- salí corriendo, pese a la insistencia de Porta. A quien por ello, y por convocarme, le estaré siempre agradecido. Pero no sólo me fui porque no veía posibilidades de entenderme con Lorena Maciel, sino también porque supe lo que me esperaba apenas cité en una de esas tardes aquella buena frase de Brecht: “hay algo peor que asaltar un banco: fundarlo”, y ya en el primer corte me advirtieron: “aquí no hacemos apología del delito”. Yo no recordaba sino haber citado un buen autor, pero la suma de todo (mis experiencias con la revista, la Maciel, y esta advertencia), me llevaron a eso, a salir corriendo en una semana, pese a Jorgito Porta. A vos, de nuevo y siempre gracias, Jorge. 
También en esa columna, menciono que mi último trabajo paa el  periodismo industrial fue para  CIMECO (Compañia Inversora de Medios de Cominicación S.A.), la empresa propiedad entonces de La Nación y Clarín (") , y a través de la cual producían y manejaban  varios diarios del interior (La voz del interior de Córdoba, El Tribuno de Salta, Los Andes de Mendoza, el Rio Negro y otros). Harto del todo, hacia el 2005 pegué el portazo cuando se negaron a pagarme una nota porque no habían necesitado publicarla... Le explico al civil: no funciona así, el profesionalismo no es un concurso literario, es habitual comprar material que acaso nunca se use, los profesionales no participan de una elección cuando entregan el trabajo encomendado … Darío Datri era el capataz de turno que en la otra columna obvio mencionar, pero aquí no, por las dudas alguien dude de mi historia. Èl fue quien me dijo “ahora hacen así”.
Antes ya, hacia el 99, 2000, yo había dejado de colaborar con Clarín (con Viva, y los otros productos), justamente porque de manera unilateral la empresa había decidido demorar los pagos a colaboradores por 90 días. Nosotros, los laburantes, debíamos de pronto financiar al Grupo. Allí ahora, en CIMECO, comprendí que ya estábamos rodeados, y me fui. Eran los días cuando la Argentina recién empezaba a recuperarse, escaseaba el laburo -¡escaseaban los medios!-, y entonces ellos, que se habían quedado con todo, ponían las condiciones. Era tómalo o déjalo. El poder imperial del monopolio alcanzaba la esclavitud.
No entendemos qué pretende contar hoy Clarín con su tapa en blanco… nosotros se las llenaríamos de historias verdaderas, con nombres y apellidos, fechas, datos y montos.
Kirchbaum en su editorial a cuerda habla de alguien que ignora olímpicamente las decisiones de un juez, ¿se refiere a la Noble, a sus hijos?... habla también de altos funcionarios apañando la extorsión politica y económica, ¿se refiere al traspaso de Papel Prensa?... Y de remate cierra con esta curiosa frase: “El autoritarismo y la arbitrariedad han ganado otra batalla, afectando los intereses de todos”. ¿No era para el editorial del 25 de marzo del 76, esa frase, Kirchsbaum?... ¿No te dice nada el taller cuando entregás 35 años tarde?...
No entendemos qué quiere decir Clarín con lo que dice, ni con lo que no dice. Entendemos, sí, lo que hace, sobre todo, con sus trabajadores, sabemos cómo los (des)trata desde hace mucho, y ahora, cuando esos laburantes retiran la otra mejilla y usan con Clarín la prepotencia que Clarín usa con ellos… ellos nos vienen a recordar todo lo que a su vez olvidaron cuando le dieron la bienvenida (Ver Hoy una tristeza, ayer una ilusión) al genocidio que los catapultó.  




(*) En 2008 el Grupo Clarín compró la parte de La Nación y quedó como único dueño de CIMECO S.A.
* * *

Destellos Apócrifos. HOY: Galileo Galilei

Destellos Apócrifos:

"Más vale tarde que nunca".

Galileo Galilei

domingo, 27 de marzo de 2011

Crónica de un blues que quiso ser poema y terminó en puras preguntas...

Crónica 

 

 

Crónica de un blues

que quiso ser poema

y terminó en puras preguntas




Ando con un poema a cuestas sin saber a quién decírselo
y me pesa como un carro.

Pensé decírselo a mi tío Benito.
Justo me dijo el otro día:
-- Che, Dani, ¿así que sos poeta? ¿A ver?, decíte un verso.
No.
A mi tío Benito, no.
Pensé decírselo a mi hermana.
Pero la quiero demasiado y podría entristecerla.
Pensé decírselo a mis padres.
Pero ellos ya tienen bastante con un hijo medio loco.
Quise decírselo a mi mujer.
Pero no me habla desde anoche por no sé qué cosa que le dije.
Iba a decírselo a mi amante,
pero estaba con otro.
Esperaba a un amigo,
pero no vino nadie.
Hasta pensé en decírselo a cualquiera,
al primero que me cruce
¿Pero decirle qué?
¿Que ando con un poema a cuestas?
¿Que pesa como un carro?
¿Que cargo sílabas y besos que llegan desde el fondo de donde subo entre palabras?
¿Eso iba decirle?
¿Con qué cara?
DA/mediados del 92.

sábado, 26 de marzo de 2011

LAS CHICAS DEL MARTIYO... o la gracia de la sencillez...

“Las Chicas”

Lo que más nos gusta de esta chica es su simpleza:
el cabello recogido, una bisutería mínima, una prenda económica...
Y sin embargo nosotros llevamos horas cabeceando la pantalla...

ESCRITOR X ESCRITOR - HOY: WILDE X GIDÉ.

ESCRITOR POR ESCRITOR


Aunque más no fuera por alentar o sostener o cuando menos celebrar esa magnífica fraternidad fuera del tiempo y del espacio que suscita la escritura entre escritores, aquí El Martiyo presenta esta sección que fija, recorta y comparte, en fragmentos preciosos, pedacitos de ese platónico amor de verdad desinteresado, de verdad espiritual, de verdad eterno… de verdad amor.
Escritor x escritor, como Destellos Ajenos, es un espacio exquisitamente escrito, pues lo escriben exclusivamente gigantes inmortales, sólo que aquí los unos elevan a los otros elevándose así en prueba de una generosidad como la que soñaba don Antonio Machado, cuando “la monedita del alma, se pierde si no se da”.




ESCRITOR x ESCRITOR


Oscar Wilde x André Gidé:

Oscar Wilde



"Aquellos que no se aproximaron a Wilde hasta los últimos tiempos de su vida apenas imaginan, a través del ser débil, derrotado, que la cárcel nos había devuelto, al ser prodigioso que era al principio. Fue en el 91 cuando coincidí con él por primera vez. Wilde poseía entonces lo que Thackeray llama "el don fundamental de los grandes hombres": el
éxito. Su ademán, su mirada exultaban. Su éxito era tan seguro que parecía preceder a Wilde y que éste no tenía sino que ir avanzando tras él. Sus libros asombraban, encantaban. Sus obras teatrales hacían correr a todo Londres. Era rico, era grande; era hermoso; estaba colmado de dichas y de honores. Unos lo comparaban a un Baco asiático;
otros a algún emperador romano; y otros aun al mismo Apolo... y la verdad es que resplandecía".
("Máscaras de Oscar Wilde", París, 1902)

André Gidé

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"Más de 1000 Palabras" (galería de imágenes). Hoy: "Gente peligrosa".

El Martiyo Producciones Presenta...


*Más de 1000 Palabras*
(galería de imágenes)



 Título:

"Gente peligrosa"


LOS 7 PECADOS EN 7 FOTOS Y UN SOLO CLICK...

El Martiyo Producciones Presenta...

* LOS 7 PECADOS EN 7 FOTOS *

Aquí en un sólo click toda la serie de esta sección gráfica y finita inspirada en ese poético invento católico de los 7 pecados capitales, que tantas ficciones, dramas y comedias, conflictos y prejuicios han inspirado a su vez, sin que se les conozca ningúna otra razón más o menos positiva...
Aquí entonces, para ver, reflexionar, cortar o pegotear, los 7 pecados en 7 fotos y un solo -y valiente- click...
(Pecar sería huir)

DESTELLOS AJENOS. Hoy: TONI MORRISON...







Destellos Ajenos:


“Pero estaban a cuatro patas, desnudos, sin tocarse excepto con los labios, ahí mismo, en el suelo, en el lugar que señala la punta de la corbata, a cuatro patas como (uhú, adelante, dilo) como perros. Mordisqueándose, sin tocarse siquiera, sin mirarse siquiera, sólo con los labios, y cuando abrí la puerta no levantaron la vista ni un segundo y creí que la razón por la que no habían levantado los ojos era que no están haciendo eso. Así que no pasa nada. Yo estoy aquí de pie. Ellos no están haciendo eso. Estoy aquí de pie, viéndolo, pero en realidad no lo están haciendo. Pero después levantaron la vista. O tú lo hiciste. Tú levantaste los ojos, Jude. Y si al menos no me hubieses mirado como los soldados en el tren, como miras a los niños cuando entran mientras estás escuchando a Gabriel Heatter e interrumpen tus pensamientos, sin fijar exactamente la mirada sobre ellos, concediéndoles un instante, una fracción de tiempo para que piensen en lo que están haciendo, en lo que están interrumpiendo, y se vuelvan  por donde han venido, para que puedas seguir escuchando a Gabriel Heatter. Y me quedé sin saber cómo mover los pies ni dónde poner los ojos ni nada. Sólo pude quedarme ahí parada, viéndolo todo y sonriendo, porque a lo mejor había un explicación, alguna cosa importante que yo no sabía y que lo justificaría todo. Esperaba que Sula me mirase de un momento a otro y dijese una de esas preciosas palabras universitarias, como estética o informe, que nunca entendía pero que me encantaban porque sonaban tan agradables y rotundas. Y  por fin, simplemente, te levantaste y empezaste a vestirte y  te colgaban las partes, tan blandas, y te abrochaste el cinturón pero te olvidaste de cerrar la bragueta y ella se había sentado en la cama, sin molestarse siquiera en vestirse, porque en realidad no le hacía falta, ya que por alguna razón yo no la veía desnuda, sólo tú la veías así. Tenía el mentón apoyado en la mano y estaba sentada como un visitante venido de fuera que espera que sus anfitriones pongan fin a una discusión para poder continuar con la partida de cartas y yo estaba deseando que se marchase para poder decirte en privado que te habías olvidado de abrocharte la bragueta, porque no quería decírtelo delante de ella, Jude. E incluso cuando empezaste a hablar, no podía oírte porque estaba preocupada pensando que no sabías que tenías la bragueta abierta y también estaba asustada, porque tus ojos me miraban como los de los soldados esa vez en el tren, cuando mi madre se convirtió en flan.”

Toni Morrison

viernes, 25 de marzo de 2011

DESDE LA NACIÓN NOS DESAFÍAN. EL MARTIYO EN NÚMEROS: TODA LA VERDAD.



Encapuchado pero inconfundible, el hombre de La Nación al que aludimos ayer (Ceferino Reato), nos responde mientras nos arroja, como si fueran muchas, sus 700 visitas ajenas. Obligados a la réplica, le descerrajamos todas las nuestras, de verdad nuestras.

22.000 MARTIYAZOS




Comentábamos ayer las dificultades que todos los 23 de marzo pasan los editores de los principales diarios, para preparar cada año la edición del dia siguiente, tan luego desde allí, desde Clarín y La Nación… Brrrr… Más o menos las dificultades que debe ofrecer un elefante si queremos encerrarlo en un armario… vivo. Porque la memoria de ese golpe y su genocidio, es eso: un elefante vivo sin armario que lo banque, por monopólico que sea...
Ahí está el post aludido (ver Quemá esas cartas), donde referíamos el vergonzoso aunque lógico silencio de Clarín –reduciendo el hecho a un cronograma de actividades-, y el gesto en cambio dos veces vergonzoso de La Nación, quien publicó una nota preguntándole a los candidatos –no así a sus dueños- ¿Qué estaban haciendo el 24 de marzo del 76?, y otra, una columna, ya de opinión, de un tal Ceferino Reato, titulada Por qué la gente apoyó a los militares, en la cual el autor, simplificando más que sintetizando, nos ensuciaba a todos impedido de limpiar a sus patrones.
El caso es que Reato nos respondió (al pie de dicho post pueden leer su comentario “anónimo”), y aunque no firma con su nombre, encapuchado pero previsible, se deschava cuando afirma que no nos conocemos, siendo que toda lógica indica que sólo uno sabe quién lo conoce o no (descontando siempre a quienes hemos olvidado que conocemos, y a quienes nos conocen sin que lo sepamos)…
Pero  si, Reato, quedáte tranquilo, tenés razón: no nos conocemos. ¿Y?...  
En cuanto a las muchas visitas que vos decís que tuvo tu nota (“700”), y lo “solo”· que suponés que está nuestro editor… nos resistimos al autobombo, no nos parece fino, pero al igual que Bonaparte, aunque buscamos la paz, nos obligan a la guerra, y aquì entonces,  Ceferino, descargamos como bombas nuestras cifras contra las tuyas, y luego, dijera John Fante, “pregúntale al polvo”...
Pero siempre más cerca de la gratitud que de la vanidad, así como anunciamos el día que superamos la marca de 300 visitas diarias, y luego las 400, nos place anunciar que el último 21 superamos también las 500, con 506 exactamente…
Nos felicitamos, sí, pero sobre todo les agradecemos a todos los lectores –Reato incluido-, y en pago a tanto apoyo, aquí publicamos nuestros números, no sin orgullo, pero sí dentro de la mayor sobriedad que pueda caberle a una victoria.
A la izquierda, en la columna de los gadgets, abajo, hacia el final, aún debajo de la semblanza de nuestro editor, agregamos, empujados por Ceferino, pero para ustedes, porque son de ustedes, un contador de visitas, y actualizado como se usa “minuto minuto”. Dijera Rimbaud, “hay que ser absolutamente modernos”.
Queríamos hacerlo ya el otro día, cuando rompimos la marca del medio millar, queríamos hacerlo cuando superamos el total de las primeras diez mil, y después, cuando pasamos las primeras veinte mil… pero la sangrienta primavera árabe, la nube letal del Japón, “la cosa fuera de control”, el aniversario del golpe, el insoslayable aporte de Clarín y La Nación al genocidio, en fin… no encontramos estos cinco minutos sino hasta que llegaron, y desde aquí entonces agradecemos haciendo públicos nuestros números, según el contador inviolable de Blogspot, y a la altura momentánea de las 21.500 páginas vistas hasta la fecha.
Si el lector quiere un promedio diario, ha de contar a partir del 11 de noviembre último, cuando Clarín tuvo la gracia de censurar El Martillo y expulsarnos de su comunidad, en la cual –y muy bueno es recordarlo hoy (sobre todo para sus bloggers)- con idéntico material, nunca superamos en promedio las 30 visitas diarias.
Pero la tendencia es lo que importa. Porque de esas casi 22 mil entradas, más de 9 mil corresponden al último mes… y así seguimos creciendo, pasamos un día las 300, ahora 300 son nuestro promedio diario, después pasamos las 400, ahora las 500…
¿Mucho? ¿Poco?...
Mucho, sí… porque estas 22 mil entradas corresponden a cuatro meses de blog, es cierto, pero son todas nuestras… Las 700 de Reato son en un día, sí, pero son de La Nación. Todas
No queremos pensar qué marcas alcanzaríamos si El Martiyo contase con todo el apoyo de un monopolio mediático monstruoso… (brrr).
Otra vez gracias a nuestros lectores todos –Ceferino incluido-, y refrendamos nuestro sólo compromiso con ustedes, en la voz del General San Martín: “seamos libres y lo demás no importa nada”

¡Vivan ustedes!
¡Viva nosotros!
¡Viva El Martiyo!


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MEMORIAS DE UN MERCENARIO - HOY: "NUNCA SABRÁS NADA DE NADA" (con los hermanos Herrera Noble)...


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El periodismo es un negocio de extorsión, la prensa libre no existe, y estamos todos rodeados”; fue dicho en el post del 10/11, Una puta inmaculada, que sirve de introducción a esta sección, y donde a la vez anunciábamos estos rápidos relatos destinados a refrendar con hechos las palabras, porque una buena historia vale más que mil imágenes. El autor se retiró de lo que gusta llamar "el periodismo industrial", no arrepentido, pero si medio asqueado, al cabo de 25 años de oficio.
De su experiencia, estos recuerdos.



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El Martiyo Producciones presenta…


"Memorias de un mercenario"
 




“Los mercenarios que he tratado, y con quienes a veces he compartido la vida, combaten de los veinte a los treinta años para rehacer el mundo. Hasta los cuarenta, se baten por sus sueños y por esa idea que de sí mismo se han inventado. Después, si no han dejado la piel en la batalla, se resignan a vivir como todo el mundo –a vivir mal, porque no cobran ningún retiro- y mueren en su lecho de una congestión o de una cirrosis hepática. El dinero nunca les interesa, la gloria rara vez, y se preocupan muy poco de la opinión que merecen a sus contemporáneos. En esto es en lo que se distinguen de los demás hombres”.

Jean Lartéguy 

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Hoy: Nunca sabrás nada de nada



Nunca sabrás nada "de nada", habría que agregar al título del último episodio. Porque fue sin embargo en aquella revista que aún no era una revista ni nombre tenía –ni futuro le veía yo-, esa revista de género menor, limitada a la farándula y la tevé, y condenada a no ser más que un satélite del canal que acababa de comprar Atlántida; en ese pasquín, digamos, del que yo no esperaba grandes emociones, y en el que sin embargo me encargaron por primera y única vez en todo mi deambular por distintios medios, una investigación a fondo del extraño caso de los hijos de la dueña de Clarín. Por eso digo: nunca sabrás nada de nada.
Rápida composición de lugar. Abril de 1991, Menem presidente, gran remate gran, salen a licitación también las señales de cable y los canales abiertos, las radios nacionales, provinciales, todo se vende, bah… Las grandes empresas periodísticas entran en guerra. Atlántida se queda con Canal 11, varias radios y algunas señales, Clarín agarra el 13, y otro paquete grande… pero duhaldista ya, se oponía a Menem.
El tema de los hijos de la Noble serpenteaba desde siempre en forma de rumor y en voz muy baja entre políticos o periodistas o gente muy informada, y ya corría el riesgo de convertirse en leyenda, en fábula sin moraleja, o mentira simple… Alguna vez Alfonsín, siendo presidente, había intentado encararlo … pero otra vez retrocedió enseguida.
Sin embargo, por aquellos días, poco antes de esta historia, Guillermo Patricio Kelly había presentado una denuncia contra la viuda en la justicia. Sin demasiada repercusión en los grandes medios, por supuesto..
Hoy  todo eso parece muy claro, entonces no era tan así. La guerra de los medios por más medios estaba en pleno combate –se peleaba por muchísimos millones de dólares-, y entre el humo, las balas y los muertos, nada se veía tan claro…
La nota me la encargó personalmente Constancio Vigil, dueño de esa revista y de la mitad de la Editorial, el hombre que pocas semanas antes yo había mandado preso… (Ver  No odies a tu enemigo: contrátalo).
Era la primera vez que nos encontrábamos a solas cara a cara… Me pareció que le costaba mirame (despuès de todo yo era el hombre que lo había denunciado, que conocía sus miserias); recuerdo que fue serio casi solemne, y muy preciso. No tengo las palabras que usó, pero sí el contenido de sus órdenes: yo debía sugerirlo todo sin afirmar nada, y, sin acausar a nadie, rondar el tema dejando en claro que sabíamos mucho más de lo que decíamos. Inmediatamente, me sugirió hablar con Kelly.
Kelly ya se murió, pero entonces estaba en plena forma, y era temible. No para los periodistas, con quienes solía ser muy gaucho; sino para sus enemigos, que pretendían presentarlo como un payaso, un loco, un espía multinacional, un mercenario… y era un poco todo eso, sí, pero le temían porque los investigaba en serio, y porque muchas  veces los mandaba presos de verdad.
Yo lo traté sólo esa vez, creo que en su casa, donde me citó… recuerdo que grabé la entrevista, pero él también. Apenas encendí mi grabador, Kelly enmudeció de repente, desplegó su rara sonrisa de payaso loco pero peligroso, alzó las manos, me hizo una seña para que espere, y encendió él también un grabador.
-- Si nos grabamos nos grabamos todos  –me dijo y yo también le sonreí.
 Y luego me lo contó todo. Todo lo que hoy tanto hacen por ocultar la señora de Noble, sus socios, sus abogados, sus empleados y sus cómplices... Pero esa es otra historia, no quiero desviarme.
Después de hablar con Kelly investigué un poco más (lo suficiente como para confirmar algunos datos puntuales que le daban veracidad al resto de la historia), y me escribí una nota que me valió algo más que buenos elogios del patrón.
Concentrado en impresionarlo (no para congraciarme con mi reciente víctima, sino por  anunciarle o mostrarle que yo estaba para algo más que esa revistita de mierda), derribé sin desperdicio de municiones cada uno de los objetivos impuestos. En tercera persona, un sobrio narrador omnisciente denunciaba el caso alardeando de su muy buena información, cuidando profesionalmente de sus fuentes, y, sin acusar a nadie, sospechaba de todos, se preguntaba sin responder ni afirmar, pero revelando en cada línea, que sabía mucho más. Que lo sabía todo, bah…
Esas palabras de Constancio, cuando leyó la nota en crudo, sí las recuerdo.
-- Muy bien, eh… casi demasiado bien, le diría…
Nunca entendí lo que me quiso decir.
De cualquier forma tan excelente trabajo pasó por la imprenta pero no vio jamás la luz del día, quedó allí, en un número cero del que hoy no quedarán seguramente ni cenizas…
Y tal vez allí también hubiera quedado este episodio, y yo me habría ido a la tumba por mis cenizas sin comprender jamás el por qué ni el para qué de tanto esfuerzo, tanta precisión y tanta enjundia para nada…
Pero con los años, conseguí otras piezas del puzzle. No todas… pero sí las necesarias como para revelarnos el motivo general…
Esta fuente la reservo para siempre. Un periodista, un colega, un amigo, un mercenario como yo, al servicio entonces del diario La Nación, me cuenta años después que allá, muy en los inicios del menemismo, en el 91 exactamente, lo invitan y asiste a un almuerzo para periodistas en la quinta presidencial de Olivos, del cual también participa la señora Ernestina de Noble. Repito: por entonces Clarín, ya duhaldista, se oponía a Menem.
Tanto así, que en algún momento del almuerzo, medio en broma nunca en broma, Menem le reprocha a la señora de Noble el castigo que recibe de su diario. Este amigo me cuenta que ella se excusa, y en nombre de la libertad de expresión, les endosa la culpa a sus “muchachos”… Más risas.
Hasta que se acabó el almuerzo. Y las risas.
Todo según mi fuente –gente cien por ciento confiable-, la viuda de Noble es invitada entonces a un aparte con el presidente, su secretario Alberto Kohan, y algunas otras personas...
Luego, alguien que estaba adentro iba a contar afuera que allí el mismo Menem le explicó a la señora el doble filo de la libertad de expresión. Y al mejor estilo Michael Corleone e en El Padrino I, le recuerda que ellos también tienen medios, y ahí nomás le tira una revista, aún inexistente, a punto de ser lanzada por una poderosa editorial, y cuyo primer número presentaría una larga y muy completa nota contando por primera vez para el gran público argentino, la verdadera historia de sus hijos adoptivos…
-- Medios tenemos todos… -nos gusta pensar que le dijo.
Hoy ya es pública la historia del pacto Menem-Clarín, que luego se rompe cuando el enfrentamiento con Duhalde llega a su punto más caliente, y Menem le tira con el juez Marquievich, y… hoy todo está más claro.
Y está claro también lo que ya dije alguna vez en El Martiyo: ningún periodista argentino, mayor de 40 años, ignoraba la historia de los hijos de Ernestina… Ninguno.  Se llame como se llame, Morales Solá, Santo Biassati, Ricardo Kirchbaum, o el tibio Bonelli. Todos lo sabíamos así como cada uno de nosotros sabe por qué calló… o calla todavía. (Aunque la razón entre mercenarios, es siempre la misma, a qué engañarnos: el dinero).
No, no puedo asegurar que esa revista con la cual Menem amenazó a la Noble era aquél número cero de Tele clic. Pero tampoco descartarlo.
Si sé que por aquellos días Constancio Vigil era un habitué de Olivos; que la guerra de los medios era un título de las revistas, pero una carnicería cierta; que los ataques al Grupo Clarín desde Tele clic continuaron por un buen tiempo pero limitados a lo institucional, a sus productos y sus figuras; y que cesaron de pronto un día en el cual el propio Constancio bajó a la redacción para darme la orden expresa y personalmente con su gravedad castrense.
-- De aquí en adelante, no nos metemos más con Clarín. Ni a favor ni en contra.
Alguna victoria, alguna tregua, se había conseguido.
Alguna forma de extorsión, había vuelto a funcionar.
No los nombramos nunca más. Pero la guerra continuó. Enemigos nunca faltan, por suerte...
Y pronto mis artes de mercenario andado serían muy valoradas en aquella revistita que ahora descubría que en realidad era un comando especial camuflado para operaciones encubiertas.
Nunca sabrás nada de nada.


(continuará)...