////// Año XVº /// Editor Anónimo: Daniel Ares /// "Prefiero ser martillo que yunque", Julio Popper ///

jueves, 7 de junio de 2012

EL AÑO QUE VIVIMOS EN PELIGRO HA COMENZADO: CLARÍN VA POR EL GOLPE.



Ya el 4 de marzo en nuestro post El año que vivimos en peligro, advertíamos que el Grupo Clarín-La Nazión, derrotado, acorralado, desesperado, “estaba dispuesto a todo”; desde cagarse en el dolor ajeno para operar con la tragedia humana; hasta llevarse la patria puesta  por un puñado de dólares. La reciente decisión de la Corte Suprema sobre la Ley de medios, activó el relojito de la bomba que son...



DÍAS DE IRA (*)






El enemigo (hace rato que no hablamos de oposición, y que también dejamos de considerar oposición al Grupo Clarín-La Nazión, pues la oposición, en esencia, equilibra y construye, no destruye y nada más, y por definición tampoco es un conglomerado empresario con fines exclusivos de lucro)-, el enemigo, decíamos, desesperado, sin salida, condenado ya por la Corte Suprema, con el empuje propio de la agonía en su final, será hasta entonces –hasta el final- más peligroso de lo que nunca fue. (Incluyendo, acaso, su ya imborrable sociedad con el genocidio de la última dictadura). Son días de alerta.
Magnetto, Mitre y Ernestina, sus socios y sus generales, saben perfectamente que la única salida que les queda es el caos, un golpe de estado y su consecuente caos, “patear la mesa y que barajen de vuelta”, (éste cronista incluso puede oírlos).
Un nuevo baño de sangre les vendría de perlas, aunque en él caigan, como en el otro, tantos inocentes, incluyendo, por qué no –el caos es el caos- sus propios hijos, sus hermanos, sus amigos, nada les importa. Acorraladas -avisábamos en aquél post-, hasta las ratas se vuelven temerarias. Ninguna precaución será poca este año.
Lo que llamaron, inventaron y sostuvieron como “oposición” hasta el último octubre, es lo mismo que desde el último octubre desprecian hasta la humillación, por improvisados, por incapaces, por inútiles… por perder, bah, por decepcionarlos… Creados y destruidos por ellos mismos todos sus muñecos (la Carrió, Cobos, Duhalde, Shocklender), ¿qué les queda si quieren ponerle fin al primer gobierno que decidió no pactar con ellos, eh? … ¿Macri?, ya está visto que no basta…
Les queda sólo el viejo truco del golpe cívico-militar al que echaron mano ya muchas veces antes estos mismos sectores hoy enquistados en el Grupo Clarín-La Nazión.
La tragedia de Once, la tarjeta SUBE, los derechos de Repsol y de los kelpers, el dólar blue como un santo pagano, todo es lo mismo, todo sirve para los medios del miedo, nada les importa, ni el dolor de los deudos, ni la insignificancia de una tarjeta tranviaria, todo tiene según ellos el mismo nivel de gravedad y podredumbre y de vacío. Sólo el caos importa, esa es la esperanza. Por eso frecuentan la embajada norteamericana en busca de apoyo, y revuelven los rincones más sucios de las Fuerzas Armadas avivando enconos, y gritan cada mañana ahí viene el lobo igual que el pastorcito aquél que así también terminó…
Como un elefante que sueña ser salvado por ratones, el Grupo subleva los sectores más acomodados de la Capital, que de pronto “no dan más” y allí salen con sus cacerolitas mientras el país crece a niveles record en medio de una crisis planetaria inédita... Ignorantes algunos, inconcientes otros, temerosos todos, son los desposeídos del sushi, los patriotas del dólar, organizaciones escuálidas, fortuitas, subversivas aunque fugaces, arengadas por María Laura Santillán, nacidas en Punta del Este y Cariló, y que aquí vuelven por lo suyo y reivindican sus derechos: la libertad de cagarse en los demás, y que la única justicia sea la de ellos. No son muchos ni buenos, pero los inspira el odio, los alza el miedo, y resultan peligrosos porque no saben lo que hacen.
El juicio por el “traspaso” –de alguna forma por ahora hay que llamarlo- de Papel prensa, las declaraciones allí de Lidia Papaleo de Graiver apuntando directamente a Magnetto; las de su torturador, complicando aún más a los dueños del Grupo, más documentos y pruebas que no son anécdotas, recuerdos sin peso, pasado y punto, no.
Héctor Magnetto, Ernestina Herrera de Noble y Bartolomé Luis Mitre, en el marco de ese juicio, son investigados como sospechosos por crímenes de lesa humanidad. No luchan por la libertad de prensa o expresión, ja, no. Luchan por su libertad personal simple, por salvarse de la cárcel, ninguna metáfora. Y si para salvarse de la cárcel tienen que prenderle fuego al país… ya lo hicieron antes, por qué no de nuevo.
Son días de ira, y de cuidado, a los cuales la Corte Suprema les puso fecha de vencimiento como quien activa el reloj de la bomba que son.  El 7 de diciembre próximo, el Grupo Clarín-La Nazión ya no será lo que fue, habrá muerto en el intento por salvarse… o en el intento intentará matarnos. Son días delicados. Doscientos años de poder se derrumban por fin en la Argentina. Su lluvia de escombros no será una fiesta.
La cúpula eclesiástica –sin salida a partir de la denuncia de Horacio Verbitsky-  admite en la Justicia su complicidad con el asesinato y la desaparición de personas durante la última dictadura. La timba financiera de siempre, maniatada de pronto por la reforma al Banco Central. La Sociedad Rural con sus bolsillos desvirgados. Sus medios sempiternos desguazados. Videla preso, otros en rumbo, ellos también…
Siempre supimos que llegado el día, no habrían de entregarse así nomás. El día ha llegado y la ira fue desatada; ya hay periodistas golpeados como carteros masacrados por las noticias que llevan; ya la espuma de la rabia por las calles…
No son horas de eufemismos ni rebusques: van por el golpe, sueñan con el caos. No hace falta temerles, basta con desbaratarlos.
Más que nunca la imaginación marcará la diferencia. Ahí la victoria.







(*) Publicado esta mañana por Agepeba, ver aquí.

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