////// Año XVº /// Editor Anónimo: Daniel Ares /// "Prefiero ser martillo que yunque", Julio Popper ///

domingo, 29 de marzo de 2015

LAS TAPITAS DE Clarín - Hoy 27/4/76: El Operativo Claridad y la quema de libros...

LAS TAPITAS DE Clarín


No hace mucho Clarín.com agregó un “atractivo” a su deslucido portal, que nos atrajo a nosotros también, y por eso saludamos al monopolio moribundo, no sin gratitud. Lo cortés no quita nada, suma.
Y lo saludamos con gratitud porque pese a que pretendieron restringir el recurso a un juego de autorreferencias personales, titulado desde el vamos “Mirá la tapa del día que naciste”; El Martiyo advirtió allí, en cambio, una maravillosa posibilidad de revisar, día por día, la historia argentina moderna a partir de la confesión de parte de uno de sus principales gestores: Clarín.





El 26 de abril de 1976, en el marco del Operativo Claridad del Ministerio de Cultura y Educación, se incinera una montaña de libros en el seno del Regimiento de Infantería Aeroptransporta de La Calera, Córdoba. Arden allí novelas de Gabriel García Márquez, poemarios de Pablo Neruda, etc. El comunicado que lo ordena, dice: "Se incinera esta documentación perniciosa que afecta al intelecto y a nuestra manera de ser cristiana, a fin de que no pueda seguir engañando a la juventud sobre nuestro más tradicional acervo espiritual: “Dios, Patria y Hogar”.
Al día siguiente, así titulaba el matutino que hoy tanto se preocupa por la cultura y la libertad de expresión.



27-4-76

sábado, 28 de marzo de 2015

LA SOLEDAD DE MASSA: ROMA NO PAGA TRAIDORES.


Tiempos veloces los tiempos argentinos, ayer nomás Sergio Massa se alzaba como la gran esperanza blanca de la Argentina llena de negros. Nacido en la UCD, ungido por Clarín, aunque surgido del oficialismo, Magnetto lo soñó la cuña del mismo palo que tanto iba a doler. Pero licuada en el Pro la UCR; el crédito de Tigre no les interesó más, y lo olvidaron. Hoy se hunde en las encuestas y en silencio, triste, solitario y banal.


¿Tabajaí?



"Roma no paga traidores".
Escipión 

Otra vez la triste historia de la modelito que en su sueño de protagonizar una novela, va y se acuesta con todos sus productores para que después los muy despiadados se queden con otra, y chau.
En su instante mejor, allá por el 2013, cuando los medios del miedo lo ungían victorioso, Sergio Massa creyó que de verdad había ganado algo. Que la traición al proyecto que lo había proyectado, que adoptar la forma del recipiente que Magnetto dictaba, por fin rendía sus frutos. Más habrá creído: habrá creído que Magnetto sabía. No sólo que lo quería.
Era tapa del gran diario día por medio, siempre sonriente, siempre promisorio, los periodistas de TN -tan aguerridos con el oficialismo-, de pronto con él se comportaban como auténticas alternadoras; y María Laura Santillán no le ladraba más.
Todo estaba bien.
La Argentina civilizada, ilustrada, la poderosa, la de los monopolios y la banca extranjera, la de Papel Prensa y el FMI, la que encubrió el genocidio y encumbró a Menem, la que probó con De la Rua y resolvió con Duhalde, ahora lo ungía a él: Sergio Massa.
Había llegado.
Narciso ahogado en esa pobre imagen propia, el querido Pepe Parada diría: “el problema de Sergio Massa, es que se creyó Sergio Massa”.
Disfrazado de pibe bueno lleno de nobles y nuevas intenciones; con su vocecita de Spinetta sin guitarra, y un repertorio de lugares comunes y eslóganes baratos, salió a cantar la canción que el público (de Magnetto) quería escuchar. Hizo fácil.
Se mostró comprensivo con los fondos buitres, con Inglaterra, con Occidente, con los pobres y los ricos, con Dios y con el Papa al mismo tiempo.
Joven maravilla, peleaba cual Robin sin Batman contra la corrupción de un gobierno que no sólo había integrado, sino que era su sola trayectoria. Magnetto vivaba.
Más TN, más Van der Koy más amable, más Inmorales Solá más amable todavía, María Laura Santillán, lejos de ladrarle, ahora le chupaba las botas cada vez que lo veía. No se podía pedir más. El protagónico era suyo. Podía sentir la victoria.
Pero Roma no paga traidores.
Verdad más antigua que la antigua Roma.
Porque un día inesperado la UCR se fundió con el Pro, y se fundió del todo; y de golpe Magneto ya tenía otro chico para su novela.
Todo, así, de golpe, había terminado.
El sueño de una noche de verano de ser el Kennedy argentino sin más apoyo que Clarín y los country de Tigre, le explotaba en la cara como un chasco barato.
Adiós presidencia de la Nación, adiós historia, adiós María Laura Santillán.
A manera de treinta dineros por los servicios prestados, los medios del miedo todavía le dan espacio en sus noticieros, sus cámaras algo muestran de las andanzas de Robin lejos de ciudad Gótica, acompañado aquí, y allá, de unas cuantas personas, que –no sin piedad- los medios del miedo se abstienen de contar. Algo es algo.
Pero nada nuevo.
Otra vez la triste historia de la modelo que en su sueño de protagonizar una novela, se acuesta con todos sus productores, para que después los muy hijos de puta se queden con otra, y chau.
Conocedor del ambiente y sus trastiendas, El Martiyo está en condiciones de afirmar que más de uno de esos hijos de puta, debe estar diciendo ahora: “que se joda por boluda”.  

sábado, 21 de marzo de 2015

LA NUEVA ALIANZA: EL REGRESO DE FRANKESTEIN


Con las bendiciones del presidente eyecto Fernando De La Rua, y del no menos abyecto Domingo Cavallo, y una vez más cosida de apuro con los restos partidarios de los oportunistas de siempre; la Nueva Alianza marca el regreso de un sueño eterno: vencer al peronismo.
Después que Dios te ayude.



EL CARTERO LLAMA DOS VECES 

Lo llaman El Bobo, pero su gobierno mató 39 personas en dos días. 



Rendidos ante la cruda verdad, sin nada nuevo que ofrecer, volvieron a juntarse.
Casi los mismos nombres –la Bullrich, Carrió, Lopérfido, Cavallo-, y exactamente los mismos intereses –la Rural, Clarín, la banca financiera internacional, la Embajada-. All together now. La monstruosa alianza que dinamitó el país en 2001, está de regreso. Cuidado: no es un chiste por mucho que lo parezca.
Hoy como ayer, cosida de apuro con los restos partidarios de los oportunistas de siempre, el frankestein electoral que sembrara el horror con su helicóptero, su Cavallo y sus 39 muertos; allí se levanta de su sepulcro, y vuelve a andar. Brrrr…
Como si fuera una novedad, ahora portan la cara de Mauricio Macri, quien allí esplende como Nerón en Roma, alumbrado por las mismas llamas que incendian la UCR. Los infaltables radicales de todo fracaso, celebraron el acuerdo como quien cierra con un gran error cien años de grandes errores. Y entre ambos, la Carrió, jefa ideológica del uno por ciento del electorado, bomba de tiempo de cualquier rejunte.     
El presidente eyecto Fernando de la Rua, ya les dio su bendición. Y el no menos abyecto Domingo Cavallo, también. Su alegría desbordó los muchos esfuerzos que hicieron sus socios por ocultarlo. Ellos los de entonces, siguen siendo los mismos. Están de regreso.

Hoy como ayer, no los convoca una ideología, ni el programa de gobierno del que todavía carecen, ni mucho menos reparan en doctrinas que tampoco tienen u olvidaron, nada de eso: no los une el amor, sino el espanto. Odian al peronismo, y eso es todo.
Y no temen ganar. Están preparados para la peregrina posibilidad. No tendrán proyectos, planes, ideas ni programas, pero tampoco los precisan. Bastará con atravesar los cuatro años de su gobierno echándole la culpa al gobierno anterior. Es fácil, los grandes medios acompañarán, y está la historia para respaldarlos.
Entre 1955 y 1973, hicieron lo mismo. Durante casi dos décadas decadentes, la impericia general era explicada así: Perón, el peronismo, los peronistas, habían arruinado a tal punto el país, que ya mejor tratarlo como a un muerto. Se obviaba el futuro, se lloraba el presente por culpa del pasado. Todo era ayer atroz, irremediable. Tango sin fin.
Ahora harían lo mismo. Ya lo avisan. Que el país queda en una situación muy complicada, y bla blá. Es todo lo que tienen: bla blá. Lo que tuvieron siempre, por eso al cabo de aquellas dos decadentes décadas, lo fueron a buscar, viejo y cansado, a Madrid.
Si el país no fuera un barco en el que viajamos todos, hasta sería divertido verlos ganar. Repetir paso a paso la entrega y el desvarío, mirar cómo se les escapan los índices de desempleo, escucharlos explicar lo inexplicable, ver cómo uno por uno clausuran todos los planes de ayuda social, así como entonces les bajaban el sueldo a los jubilados para pagarles a los grandes bancos extranjeros… y tragar pochoclo mirando cómo se deshacen día a día, cómo les renuncian los vicepresidentes y se les quiebran los ministros; cómo les tiran con la montada a las Madres de Plaza de Mayo, cómo los bancos se quedan con la guita de la gente, cómo ejecutan 39 personas en dos días, y cómo se los lleva, por fin, un helicóptero. Sí, serían cómicos si no fueran tan peligrosos…
Pero son ese monstruo hecho con restos de muertos que en vida también fueron terribles. Son el regreso de aquel frankestein electoral que casi nos borra del mapa. Ningún chiste. Cuidado.


jueves, 19 de marzo de 2015

CASO NISMAN: OTRA DE PIRATAS...

Apurados por el odio a Cristina, Magnetto y sus muchachos ya hablaban con el papa Francisco para canonizar al fiscal Nisman sin mayores trámites.
Pero otra vez la realidad no supo acompañarlos. Todos los días nuevos datos y más fotos revelan a un hombre que -dijeran Los Auténticos Decadentes- vivía entre “patines y levantes, programas todo el día, una agenda secreta, con una doble vida”

SOMOS LOS PIRATAS





“Toda una vida fiel,
al gato y a las trampas”.
Los Auténticos Decadentes.




Nadie es mejor porque se muere.
Y otra cosa: eso de que no hay que investigar a la víctima es un viejo eslogan estupido inventado tan luego por el muerto de Bernardo Neustadt cuando el asesinato de María Soledad Morales se volvió funcional para el gobierno de Carlos Menem.
Siempre hay que investigar a la víctima. No hay un camino mejor para llegar al victimario. ¿A quién se le ocurre no querer saber dónde iba, con quién se juntaba, qué hacía, cómo se portaba el muerto, eh?... Al muerto de Bernardo Neustadt, nada más.
Sin embargo no. Con renovado énfasis, jóvenes panelistas opositores, indignados políticos ídem, y otros concursantes del 18F, atropellados por la verdad, infantilmente se tapan los oídos mientras gritan porque no quieren saber, no quieren ver ni quieren oir qué pedazo de patético tarambana estaban a punto de canonizar.
De pronto el nuevo santo de la espada era un viejo demonio de la noche admirado incluso hasta por Guillermo Coppola, pirata por antonomasia. Chicas, risas, viajes, fiestas. Viva la pepa. Hay fotos. Muchas fotos. Cada vez más.
De pronto el íntimo amigo que le prestó el revólver que lo mata, era más bien un testaferro que le pagaba para tener trabajo, mientras lo ayudaba a lavar guita, y que ahora prende el ventilador harto de encubrir a su buen amigo Alberto que mirá en qué quilombo lo metió... ¡A tomar por culo, Alberto!...
Porque de pronto resulta que el valiente fiscal lavaba dinero, malversaba fondos públicos, mantenía y explotaba ñoquis, practicaba el cohecho, y de la AMIA ni hablar. Diez años, y nada. Un tiro en la cabeza.
A todo esto su ex esposa la jueza federal Sandra Arroyo Salgado, que tan dramáticamente irrumpiera en la pantalla chica argentina pidiendo prudencia a los unos y los otros; de pronto reparte gacetillas, fotos, hipótesis y pericias paralelas mientras impide otras oficiales y pide silencio y sale a hablar, y todo al mismo tiempo.
Como una burla siniestra de la suerte, vuelven travestidas las imágenes del 18F, aquella marcha de paraguas sin propuestas y en silencio, ahora ganan con los días un brillo distinto, una pátina cómica que recuerda con tristeza la fuerza que todavía tienen los grandes medios para vender gato por liebre.    
Sus participantes, que aquella tarde se mojaron tanto y tan al pedo, ahora, ante los hechos, ¿qué pueden hacer?... Taparse los oídos, cerrar los ojos, gritar bien fuerte “no toquen al muerto”.
Y es lógico.
Porque en cada foto de Nisman de joda con sus chicas; en cada nueva revelación de su fiel Lagomarsino; en cada nuevo paso de su dolida ex esposa; ellos ven un dedo que los señala cagándose de risa.
No, mejor no hablar del muerto.
No rindió lo que se esperaba. Apurados por el odio a Cristina, ungieron mártir a un pirata digno de Los Auténticos Decadentes.
Sí, mejor no investigar a la víctima.
Y no mojarse más al pedo por culpa de Magnetto.


"No tenemos vacaciones, ni feriados"...